A los pies del
Zugspitze (2962 m.), la montaña más alta de
Alemania, y muy cerca de la famosa estación de esquí de
Garmisch-Partenkirchen se encuentra nuestro singular y pintoresco
lago Eibsee. Aguas cristalinas, turquesas y esmeraldas, frondosos bosques repletos de árboles y de fondo los
Alpes, ¡qué más se puede pedir!
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Panorámica del lago Eibsee con los Alpes al fondo |
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Detalle del lago Eibsee con los Alpes al fondo y el Zugspitze en lo más alto a la derecha |
Para llegar hasta el
lago Eibsee debemos dirigirnos hacia
Garmisch-Partenkirchen, y más concretamente, hacia la carretera que desde allí llega hasta la base del
Zugspitze pasando por el pueblo de
Grainau, donde recomendamos encarecidamente el alojamiento, y aún más concretamente en el
Hotel Garni "Zum Franziskaner". Allí conocimos a una amabilísima y encantadora pareja de personas mayores y a su hijo, que curiosamente veraneaban desde hacía muchísimos años en
Gran Canaria, 100% recomendables.
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Vista aérea del lago Eibsee desde la estación de esquí del Zugspitze |
Una de las mejores particularidades que tiene el
lago Eibsee, es que podemos rodear completamente sus aproximadamente 8 kms. de recorrido, tanto paseando y disfrutando tranquilamente de sus increíbles vistas, como con una carrerita vespertina donde nos encontraremos y cruzaremos con numerosos habitantes locales.
Además, dependiendo de la estación del año en la que visitemos el
lago Eibsee, o si nos atrevemos igualmente, podemos darnos un algo más que refrescante chapuzón e incluso ir nadando hasta alguna de las pequeñas 8 islas que se encuentran en su interior. Nosotros fuimos en marzo, y sólo pudimos saltar, sin pensarlo demasiado, y volver corriendo a la orilla lo más rápido posible.
Pueden encontrar muchísima más información en la web oficial (en inglés):
The Eibsee Lake
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