De camino al famoso y precioso Hallstatt, del que sin duda hablaremos en una futura entrada, nos tropezamos, literalmente, con una sorpresa muy agradable: el lago de Gosau o Gosausee, ídilicamente ubicado a los pies de imponentes montañas y pequeños glaciares, entre las que destaca Dachstein con sus 2995 m. de altura sobre el nivel del mar.
Dicen que la vida es eso que te pasa mientras tú haces otros planes, y tal y como adelantábamos en el párrafo anterior, Gosausee fue algo así como un accidente en nuestra ruta. Buscando alojamientos en Hallstatt llegamos a Gosau, a menos de 20 minutos y 14 kms. del primero y con una oferta bastante más económica, y una vez en Gosau, el GPS decide perdernos, llevándonos directamente a nuestro Gosausee. Moraleja: dejarse llevar... =) A poquito más de una hora desde Salzburgo, lo recomendaría como totalmente imprescindible.
Nada más llegar las vistas son impresionantes, pues a nuestros pies tenemos la típica postal en la que la imagen superior de las montañas queda perfectamente reflejada en el espejo que suponen las cristalinas aguas de Gosausee. Por si fuera poco, hay un sendero que lo recorre en toda su circunferencia para mayor regocijo de los amantes de la naturaleza como nosotros. Y por último, para terminar de dejar una huella imborrable en nuestros espíritus, apareció una fantástica luna llena a la que no podíamos dejar de mirar totalmente hipnotizados por su belleza.
Como curiosidad, comentar que hay una vía ferrata, con puente nepalí incluido, a la que se accede muy fácilmente desde el mismo sendero comentado anteriormente. Más adelante, mirando fotos e información por Internet, también descubrimos que en los alrededores hay infinidad de rutas senderistas y de alta montaña, otro lago a mayor altura, vías de escalada y todo un sorprendente mundo de posibilidades, como el submarinismo.
Fotos de postal por todas partes, alguna que otra roca en la misma orilla a la que fue imposible resistirse, y numerosas y diminutas ranitas a las que fuimos algo así como rescatando por el camino, completaron una tarde/noche espectacular e inolvidable.
Para terminar, el paseo nos había abierto el apetito y tan sólo nos quedaba por resolver el tema de la cena, pero en Gosausee lo tienen todo bien pensado, y allí mismo nos encontramos con el restaurante del alojamiento Gasthof Gosausee (en inglés), donde disfrutamos de una sopa calentita y un delicioso filete de pavo al estilo vienés.
Una vez más, te animamos a comentar la entrada compartiendo tus opiniones, correcciones y/o sugerencias, y si no quieres perderte realmente nada, síguenos en la página de Facebook de Viajes, senderismo y aventura o suscríbete por correo electrónico.
Dicen que la vida es eso que te pasa mientras tú haces otros planes, y tal y como adelantábamos en el párrafo anterior, Gosausee fue algo así como un accidente en nuestra ruta. Buscando alojamientos en Hallstatt llegamos a Gosau, a menos de 20 minutos y 14 kms. del primero y con una oferta bastante más económica, y una vez en Gosau, el GPS decide perdernos, llevándonos directamente a nuestro Gosausee. Moraleja: dejarse llevar... =) A poquito más de una hora desde Salzburgo, lo recomendaría como totalmente imprescindible.
Nada más llegar las vistas son impresionantes, pues a nuestros pies tenemos la típica postal en la que la imagen superior de las montañas queda perfectamente reflejada en el espejo que suponen las cristalinas aguas de Gosausee. Por si fuera poco, hay un sendero que lo recorre en toda su circunferencia para mayor regocijo de los amantes de la naturaleza como nosotros. Y por último, para terminar de dejar una huella imborrable en nuestros espíritus, apareció una fantástica luna llena a la que no podíamos dejar de mirar totalmente hipnotizados por su belleza.
Como curiosidad, comentar que hay una vía ferrata, con puente nepalí incluido, a la que se accede muy fácilmente desde el mismo sendero comentado anteriormente. Más adelante, mirando fotos e información por Internet, también descubrimos que en los alrededores hay infinidad de rutas senderistas y de alta montaña, otro lago a mayor altura, vías de escalada y todo un sorprendente mundo de posibilidades, como el submarinismo.
Fotos de postal por todas partes, alguna que otra roca en la misma orilla a la que fue imposible resistirse, y numerosas y diminutas ranitas a las que fuimos algo así como rescatando por el camino, completaron una tarde/noche espectacular e inolvidable.
Para terminar, el paseo nos había abierto el apetito y tan sólo nos quedaba por resolver el tema de la cena, pero en Gosausee lo tienen todo bien pensado, y allí mismo nos encontramos con el restaurante del alojamiento Gasthof Gosausee (en inglés), donde disfrutamos de una sopa calentita y un delicioso filete de pavo al estilo vienés.
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Un post que me recuerda lo mágico que fue aquel lugar. Tranquilidad, mini ranas, un pedazo lago, árboles y más árboles, grandes montañas... Me quedé rascada después de ver a unos cuantos caminantes bastante preparados regresar de estar haciendo actividades como escalada o ferratas...pero siempre se puede volver. 100% recomendable! Mucho ánimo para continuar con este proyecto ^.^
ResponderEliminarLa verdad es que fue un sueño, sin haberlo soñado... :P Cualquier excusa para volver es siempre buena, pero otra lectura que también le hago yo para una futura ocasión es ir mejor preparado o con más tiempo, y así poder meterle mejores manos a esos maravillosos imprevistos. Gracias nuevamente por los ánimos!
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