Después de ir caminando hasta la Isla de Cramond nos desplazamos hasta el pueblo de Queensferry para ver el majestuoso puente del ferrocarril que atraviesa el Fiordo de Forth, en el que ya estuvimos en la visita anterior. Su construcción empezó en el año 1883 y terminó en 1890, viéndolo in situ es normal que tardaran tantos años en construirlo. Es realmente grande y tiene miles y miles de piezas a lo que hay que sumar que en esa época no había máquinas tan avanzadas como las de hoy en día.
Está a unos 16 kilómetros de Edimburgo y a unos 9 kilómetros de Cramond. En los alrededores hay un amplio aparcamiento donde poder pararse para admirar y fotografiar esta gran obra de ingienería. También se puede coger el transporte público hasta dicho punto.
En paralelo hay otro puente y están construyendo uno más. Para desambiguar los nombres le han añadido a cada uno una palabra según su uso, siendo el de trenes Forth Rail Brigde y por el que transitan los coches Forth Road Bridge. Por lo que leí es bastante usado y pasan entre 190 y 200 trenes al día, en el rato que estuvimos por la zona vimos bastante circulando en una y otra dirección.
Como comenté en su día, cuando este puente se construyó le quitó el "honor" al Puente de Stirling de ser el más importante que unía el norte y el sur de Escocia.
Seguimos en ruta hasta el Blackness Castle y al volver por la noche hicimos algunas fotos con los puentes iluminados. Merece la pena, además del paseo por el pueblo, un restaurante italiano que está al final del paseo martítimo y desde donde se puede comer admirando el fiordo y sus puentes.
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Fuente consultada: Wikipedia - Forth Bridge.
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